viernes, 15 de abril de 2011

Un escenario para el aprendizaje: las bibliotecas



     Un escenario y un contexto privilegiado

  Además de los museos y de los laboratorios, las bibliotecas constituyen (pueden constituir) un escenario privilegiado en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas. Trabajamos uniendo libros y aula no sólo porque nos interese dar vida a la biblioteca –que también-, hay algo más: sabemos por experiencia el papel decisivo de la lectura, la escritura y la investigación para conseguir que la enseñanza sea significativa.
   
     Es una forma privilegiada de crear nuevos contextos de aprendizaje: hay contextos en los que el conocimiento surge con sentido para el que aprende, llevándolo a ser sujeto agente en la construcción del conocimiento. Según los expertos, un tipo de contexto de aprendizaje, el más creativo, es el contexto de producción del conocimiento y la cultura elaborada, el espacio de la investigación científica, la reflexión filosófica y la creación artística. Lo encontramos en los laboratorios, en los grupos de investigación, en los talleres, en los círculos artísticos y literarios. En estos ámbitos, "la motivación para aprender viene provocada, dicen Ángel Pérez Gómez y Encarnación Soto, por la fascinación de participar en la aventura de descubrir nuevos horizontes, crear nuevas formas y realidades, ampliar la experiencia humana en los ámbitos de la verdad, la bondad y la belleza […] El sujeto se encuentra implicado e impulsado por el propio proceso de producción y de creación".
    
     La biblioteca, considerada como fuente (física, virtual, potencial, motivadora) de recursos para el aprendizaje, es un instrumento clave que nos ayuda a comprender la ubicación real del ámbito académico en la vida de nuestros alumnos. La finalidad última de la enseñanza en secundaria es preparar a los alumnos para la autonomía de la vida adulta, preparar, por tanto, personas competentes para enfrentarse a las tareas profesionales, de formación o de investigación que les esperan tras el paso por el colegio o el instituto. En consecuencia, tanto las tareas que proponemos en el aula como las actividades que proyectamos en torno a la biblioteca deben ser tareas contextualizadas, que tengan que ver con la vida, que impliquen directamente a los alumnos, que busquen la adquisición de las competencias básicas que los convertirán en personas autónomas, críticas, en ciudadanos capaces de vivir en sociedad (una sociedad a la que quieren, ahora y en el futuro, mejorar).
Imagen: Creación joven. Biblioteca Nacional. http://www.creacionjoven.com/tag/poetas-en-vivo/

    Continuación en el artículo:
http://www.realidadyficcion.es/Revista_Lindaraja/Mercedes_Laguna/ámbito_privilegiado_aprendizaje.htm